La gran jalada
Tal Cual
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JUEVES 29 de Julio de 2004
por TEODORO PETKOFF
En los anales de la sinvergüenzura nacional quedará consignada con letras de oro la edición de ayer del Diario VEA. Desde los tiempos de Guzmán Blanco, pasando por Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, no se veía una muestra de adulancia, de pura y simple jaladera de bolas, de la dimensión pornográfica materializada en esta edición. Desde el cintillo de la primera página (Edición especial con motivo de los 50 años del presidente Chávez) , hasta las líneas finales del editorial de Guillermo García Ponce ( "Pasarán más de mil años y todavía Chávez estará en la historia" ) , todo el periódico está dedicado a lamerle las botas al Presidente.
Pero hay algo más que la jaladera tradicional a la criolla. Hay un fuerte elemento de stalinohitlerismo trasnochado, absolutamente propio del director del diario, cuyo pensamiento (es un decir) sólo puede ser detectado con Carbono 14. Tal como lo hacían los medios soviéticos con el "padrecito de los pueblos", Stalin, los nazis con Hitler y los norcoreanos con Kim Il Sung, García Ponce ha llenado las páginas de su periódico con poemas que cantan al "gran líder", con artículos, cada uno más rastrero que el otro, que lo ensalzan con una desmesura desopilante. Tres gobernadores (Amazonas, Nueva Esparta y Portuguesa) se desmoñan cantando cumpleaños feliz en sendos avisos, así como no podía faltar en este maratón de jaladera el alcalde Rangel Avalos, a través de quien también su "papi" marca tarjeta. Seis institutos autónomos se mandan también con su happy birthday y, finalmente, el Ministerio de la Defensa, con una cursilísima jaculatoria, se suma al jolgorio.
La involuntaria nota irónica la pone uno de los articulistas, titulando su temploncito "Chávez y el supuesto personalismo". Pero, además de estos avisos adulones hay infinidad de otras dependencias oficiales que pagan publicidad, incluyendo propaganda electoral, de modo que la caja registradora de VEA está buchona. Entre negocios y revolución no hay contradicción, dirá García Ponce. ¿Pero, todas aquellas gobernaciones, alcaldías, ministerios, institutos autónomos, así como Pdvsa, que no se bajaron de la mula para echar su jaladita, entrarán ahora en la lista hitleriana de Tascón?
García Ponce podría decirles que les queda una quincena para ponerse al día y sumarse a la fiesta patronal del cumpleaños de Yo El Supremo.
Esta edición de VEA deja un sabor amargo en la boca. Hay en ella tanto anacronismo ideológico pero también tanta degradación moral, que se siente pena ajena.
García Ponce seguramente sueña con un país donde ese tipo de servilismo sea la norma y donde el 28 de julio sea declarado "fecha patria". Sin embargo, tal vez algunos podrían pensar que el de VEA ha sido un caso aislado, producto más bien de quien, como su director, fue educado en esa concepción de la vida y ahora, a falta de Stalin, tiene a Chávez para desollarse las manos jalándole. Pero no hay adulantes sin adulado. El "culto a la personalidad" -como terminaron llamando los soviéticos a la jaladera de bolas - comienza así y luego se transforma en una epidemia nacional, en una competencia entre los áulicos por ver quién manda la bola más lejos, con el "líder máximo" imponiendo todo eso ya como política de Estado. Aquellos que hoy todavía no saben cómo votar en el RR no tienen sino que detenerse a pensar en un país lleno de estatuas de Chávez, afiches gigantescos de Chávez y una espesa y viscosa retórica oficialista, todo dedicado a celebrar al "gran timonel", quien termina por hacer de la jaladera la más importante de sus "misiones".
Vea y jale
En una edición especial, el diario de García Ponce celebra el cincuentenario de Chávez, quien, a juicio del antiguo comunista, es la encarnación de la "victoria popular"
por Pedro Pablo Peñaloza
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Aunque a simple vista podría confundir al lector, no se trata de la segunda parte del Elogio de la locura ni un nuevo capítulo de la Historia universal de la infamia.
En realidad, es sencillamente la "edición especial con motivo de los 50 años del presidente (Hugo) Chávez" del diario Vea, publicada ayer.
La primera plana de este número presagia claramente el tono que acompañará a las siguientes 47 páginas:
"En los últimos 170 años ningún jefe de Estado tuvo en sus manos la oportunidad de cambiar la historia a favor de los intereses del pueblo y de influir sobre el mejor destino de pueblos hermanos como Hugo Chávez (...) Negarle apoyo o disminuírselo es un crimen".
Y a este matutino, tal vez, se le podrá acusar de cualquier delito, menos de ese que abomina. Así, por sólo 500 bolívares los lectores pudieron disfrutar de 15 titulares con el nombre del gobernante y solazarse en las 26 imágenes del mandatario nacional, sin contar, evidentemente, las que aparecen en la abundante propaganda oficialista.
50 años conspirando
Guillermo García Ponce, director de Vea, lo pronosticaba desde hace días: Esta impresión "romperá récord de circulación" y, a decir verdad y tras revisarla, se puede convenir que el jalón que allí se da ha podido reventar todo lo que tuviera en sus manos.
"Chávez es la victoria del pueblo (...) pasarán más de mil años y todavía Chávez estará en la historia", celebra con alborozo García Ponce, encabezando a quienes prefieren empuñar la pluma en la sombra a tirar escardilla en el sol.
El viejo dirigente comunista, hay que admitirlo, se esfuerza pero no destaca.
La competencia es grande. Manuel Jacinto Uriaga, por ejemplo, jura que "no hay personalismo en Chávez, todo lo contrario, Chávez no vive para él sino para un proyecto político, para un conjunto de ideales; es, como Bolívar se definió en una ocasión, 'una brizna de paja a merced de la historia'".
Vaciando la caja de los adjetivos, Vea alaba la "capacidad de respuesta ante las situaciones antagónicas, sin precedente alguno formidable", que ha exhibido el hijo dilecto de Sabaneta de Barinas, al que Américo Díaz califica como "un fenómeno que seguramente se presenta una vez cada siglo" ; y debe extinguirse en menor tiempo, por la conseja que reza: No hay mal que dure cien años...
Efemerides del odio
"Usted es el primer Presidente en nuestra historia -después de Bolívar y de don Cipriano- que no se le arrodilla a los poderosos, y el primero en cumplirle al país lo que ha prometido", agradece Gerónimo Pérez Rescaniere.
El articulista en cuestión aprovecha para entregar su papelito, al confesar: "Localicé en un archivo norteamericano privado 101 cartas de Bolívar (...) Lógicamente, deben existir las respectivas 101 respuestas. Hablando esotéricamente, podría decirse que estuvieron esperando a que llegase un hombre que se pusiera los zapatos bolivarianos para aparecer. Pero no basta esoterismo, haría falta que el Estado me sustentáse (sic) mientras traduzco y escribo el libro. Ojo a eso".
Sus trotes en la muralla china, bailes en el Caribe y paseos por Bagdad, a bordo de un Mercedes Benz manejado por un chofer cuyo nombre es mejor olvidar, son justificados: "Otro de los esfuerzos de Chávez es que los progresos de la economía venezolana sean conocidos por todo el mundo, por lo cual ha realizado varios viajes a países importantes".
Estos textos prosaicos -redactados en prosa- son acompañados por la inspiración de Jesús Dugarte, un vate algo quebrado: "Cincuenta velitas prendo/ por ti, el mejor Presidente/ una muy sinceramente/ pido a Dios mientras la enciendo, que tu salud siga siendo/ ese motor primordial/ la energía principal/ para aguantar la presión/ del diablo, la oposición/ que lo dejen gobernar".
TAMBIÉN APORTARON...
Lo que igualmente constituye un poema, no oda, es el despliegue publicitario: Seniat, Inatur, Universidad Bolivariana, Dirección Ejecutiva de la Magistratura, OPSU, MIJ, las gobernaciones de Amazonas, Portuguesa, Trujillo y Nueva Esparta, y el MECD, entre otras instituciones del Estado, se unen a la fiesta por el onomástico del Comandante.
José Vicente Rangel Avalos, alcalde de Sucre, le desea al jefe de su papá "larga vida y vigorosa salud, (pues) Venezuela te asume hoy como continuador de la gesta independentista" ; y el ministro de Defensa, Jorge Luis García Carneiro, plegándose al júbilo, se emociona al rememorar que la "Academia Militar de Venezuela lo formó como hombre digno y útil a la Patria".
Otro que se acuerda que el agasajado pasó por la casa de los sueños azules es el Instituto Nacional del Menor, cuyo detalle no es pequeño: "A los diecinueve ingresaste/ a la Academia Militar/ sin saber que llegarías/ a ser un líder continental".
Poco más se puede agregar.
García Ponce consumó su amenaza, sin duda fue un "ejemplar de colección", que bien podría ocupar un espacio al lado de la edición del pasado 8 de julio, fecha en la que Vea conmemoró un aniversario más de la muerte del dictador de Corea del Norte, Kim Il Sung, con un reportaje de páginas centrales titulado: "Un gran hombre del siglo XX".